Chip para no olvidar passwords o ¿el inicio de la marca?

Para evitar que la memoria juegue una mala pasada a la hora de recordar el password del correo electrónico o alguna otra contraseña, Mikey Sklar, un joven de 28 años desarrolla una solución que literalmente pone dicha información a la mano. Ya implantó quirurgicamente un chip en su mano derecha.

Se trata de un chip que se injerta, precisamente, en esa parte del cuerpo, y que basta pasarlo por un lector para autentificar el ingreso a un servicio.
Mikey Sklar, desarrollador de chip injertado, expresó: “se me ocurre que esto es como decir abracadabra, y mover un poco las manos para hacer que algo ocurra, que puede ser desde abrir una puerta hasta escribir un password, y así acceder a información personal disponible en la red. Me gusta el aspecto mágico del chip”.


El chip funciona al activar una señal de radiofrecuencia. Según el desarrollador, está programado para garantizar que su información sólo se registre en un dispositivo especial, y no pueda ser robada con un lector a distancia.
Las contraseñas almacenadas pueden modificarse cuando se desee; el tiempo estimado de vida del chip es de cien años.


Además de los servicios de cómputo y lectura de paswords, una pareja prueba su eficacia para desactivar el seguro que abre la puerta de su casa.
Amal Graafstra, otro usuario de chip injertado, comentó: “pienso que esta tecnología es funcional y que el impacto en el organismo es muy bajo, que los beneficios parecen ser mayores a cualquier riesgo implícito”.
Aunque está todavía en pruebas, el creador del chip para la mano confía en que su tecnología tendrá usos más cotidianos muy pronto ...
¿Qué tal si este chip reemplazara tus tarjetas bancarias, tu licencia de conducir y hasta tu cedula de identidad? No te asustes ... sucederá


Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. (apocalipsis 13:16)

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